¿Qué ES LA TEORÍA POLIVAGAL?
- Introducción. Historia
- Evolución filogenética del sistema nervioso. sistemas de defensa
- Consideraciones anatómicas y fisiológicas. (Repaso fisiología-anatomía).
-
TONO VAGAL. Medición del nivel de Stress, a
través de la tasa cardiaca.
-
NEUROCEPCIÓN
- Jerarquía de sistemas de defensa y comunicación.
-
Sistema
implicación social. R. ventrovagal
1. Expresión facial. Cara
2. Escucha. Oído medio
3. Habla. Prosodia y vocalización
4. Freno vagal (frecuencia cardiaca).
Dilatación bronquial.
-
Sistema
simpático. ACTIVACIÓN. AROUSAL.
-
Sistema de
inmovilización. Rama dorso vagal. Congelación- disociación.
- Alteración del sistema, en las experiencias traumáticas. RUPTURA.
- Ejercicios y posibilidades de intervención. Portales.
1- INTRODUCCIÓN
Desarrollada por Stephen Porges, la teoría ya tiene 20 años.
El término "polivagal" combina "poli", que significa
"muchos", y "vagal", que hace referencia al nervio vago.
N. vago "Vagus", en latín, significa
“errante, vagabundo”, haciendo
referencia a que vaga por el cuerpo, también
llamado "el nervio de la compasión",
porque al activarse crea "ondas calurosas", que sentimos en nuestro
pecho, cuando algo nos conmueve. Es
un nervio craneal que forma parte del sistema nervioso parasimpático. El
significado de ‘simpático’ es "sentimientos", y ‘parasimpático’,
cercano o relativo a los sentimientos. Ambos
sistemas simpático y parasimpático forman parte del sistema nervioso autónomo,
y funcionan en forma polar, actuando como acelerador o freno del sistema
corporal (metabolismo, acción). Todo de una forma
involuntaria (neurocepción) en contraste con el sistema nervioso central, en
donde existe la posibilidad de ser regulado por los corteza cerebral
(Consciencia) Percepción.
La Teoría Polivagal afirma que el sistema nervioso utiliza
una jerarquía de estrategias tanto para regularse a sí mismo como para mantenernos
a salvo en frente a amenazas.
Porges, a partir de un estudio de las complicaciones
clínicas del recién nacidos, midiendo la tasa cardíaca observó que el nervio
vago podía provocar bradicardia y apnea, llegando a peligrar su vida. Esto no
respondía al modelo tradicional del nervio vago y su efecto en el SNA. Entonces
revisó la neuroanatomía del nervio vago y redefinió la anatomía y función de los
dos sistemas vagales.
La teoría expone que hay dos ramas diferentes del nervio
vago que están relacionadas con la forma en que reaccionamos ante una situación
que percibimos como segura o insegura.
Estas dos vías vagales provienen de distintas áreas del
tronco cerebral y evolucionaron de manera secuencial, creando una jerarquía de
respuestas autónomas. La primera de ellas, amielínica, herencia de los
reptiles, promueve un comportamiento de inmovilización ante la amenaza. La otra, mielinizada, promueve respuestas sociales
más sofisticadas.
TONO VAGAL:
medida del grado de tolerancia al stress.
medida del grado de tolerancia al stress.
El tono del nervio vago es
clave para la activación del sistema nervioso parasimpático. El tono vagal se
mide mediante el seguimiento del ritmo cardíaco en relación al ritmo
respiratorio. El ritmo cardíaco se acelera un poco cuando se
Inhala, y se ralentiza un poco cuando se exhala. Cuanto más grande sea la
diferencia entre la frecuencia cardíaca en la inhalación-exhalación, mayor será
el tono vagal. El tono vagal más alto significa que el
cuerpo puede relajarse más rápidamente después del estrés.
2- EVOLUCIÓN Y
JERARQUÍA DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO (SNA)
La teoría polivagal hace hincapié en que el sistema vagal es
jerárquico, hay dos sistemas vagales,
uno viejo y uno nuevo.
En paralelo a la evolución de la corteza cerebral,
evoluciona el sistema nervioso autónomo.
La jerarquía se compone de tres circuitos neuronales, en
donde un circuito puede sustituir al otro. Por lo general, ante una situación
de amenaza o desconocida, reaccionamos con nuestro sistema más reciente, y si
eso no funciona, se prueba con el anterior, y si no, el más antiguo. Comenzamos
con nuestros sistemas más modernos, y vamos hacia atrás.
Nuestro s. nervioso está evaluando continuamente el riesgo
en el entorno, estableciendo prioridades
adaptativas, de una forma inconsciente.
Neurocepción.
Es distinto de percepción, no requiere conciencia de las cosas que
suceden. Es detección sin conciencia. Es un mecanismo para mover nuestro
sistema nervioso en las tres categorías de estado autonómico. Cuando está
trabajando el sistema de implicación
social modera las defensas, nos sentimos bien. Sin embargo los sistemas de defensa tienen prioridad
cuando aumenta el riesgo. En respuesta al peligro nuestro s. simpático toma el
control y apoya la actividad motora metabólica de lucha/huida.
La
Teoría Polivagal, postula tres subsistemas instalados en el cuerpo, que
gobiernan nuestras respuestas neurobiológicas a los desafíos y cambios
ambientales:
1.
Rama Ventro-vagal. (Sistema de Implicación
Social) especifica de los humanos.
2.
El sistema simpático (de Movilización: lucha o
huida.)
3.
Rama dorso-vagal. (sistema de Inmovilización).
Cada
subsistema corresponde a una de las zonas de activación. (Arousal)
- Rama Ventro-vagal. Modulación. acciones de
activación óptima.
- El sistema simpático con la acción hiperactivada
- El sistema dorso-vagal con la acción
hipoactivada.
3 FISIOLOGÍA-ANATOMÍA: SNA.
El SNA nos
proporciona un contacto con la realidad, regula nuestro estado corporal, por lo
que estamos alertas y participativos. Es desde donde sentimos la información de
nuestros órganos. La información del cuerpo viaja a través de los nervios y se
irradia hacia nuestra corteza.
Tradicionalmente se describe el SNA como un sistema
inervador de vísceras, de pares antagónicos: siendo la rama simpática la que
predispone al organismo a una respuesta de lucha o huida ante una amenaza, respuestas de movilización, activación
(arousal), y el sistema parasimpático como inhibidor de esta respuesta, y por
tanto con el funcionamiento de recuperación y reposo, o sea calma.
El vago es un nervio craneal (X par) que sale del tallo
cerebral, tiene un largo recorrido, siendo sobre todo un nervio sensorial (un
80% de sus fibras envían información visceral al cerebro). El otro 20% son fibras motoras que hacen que
se produzcan cambios fisiológicos, uno de ellos es la inhibición de la
frecuencia cardíaca.
La forma más fácil de imaginar las vías nerviosas que pasan
por el nervio vago, es pensar en éste como un tubo, con dos ramas principales. La
más reciente está mielinizada y está vinculada con los nervios craneales que controlan
la expresión facial, la vocalización, y la escucha.
El sistema así, cuenta con dos componentes principales: el componente
somato-motor que controla a los músculos del oído medio, los de la cara,
los de la faringe, los de la laringe y los de rotación de la cabeza y el
componente visceral que controla los bronquios, el corazón y al timo.
4 Funcionamiento del
SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
1- COMPROMISO SOCIAL.
Nuestra estrategia "más refinada" es un
mecanismo al que Porges llama compromiso social.
Es un sistema - que conecta los músculos sociales de
la cara (ojos, boca y el oído medio) con el corazón. Este sistema se regula a
través de la rama ventro-vagal.
En términos evolutivos, esta es nuestra estrategia más
evolucionada (única en los mamíferos) para mantenernos a salvo. La utilizamos
para aclarar los malentendidos, obtener ayuda, disculparnos. Permitiendo un
amplio grado de flexibilidad en la comunicación y regulando áreas que
intervienen en la interacción social, emocional y ambiental.
En
contextos que no incluyen desafíos o amenazas, el sistema de compromiso social
es regulado por el Sistema Nervioso Central y esto redunda en facilitar la
implicación con el ambiente fomentando apegos positivos y vínculos sociales.
El sistema de compromiso social, tiene un componente
de control en la corteza que regula los núcleos del tallo cerebral que a su
vez controlan los músculos faciales (expresión emocional), los músculos del
oído medio (discriminación de la voz humana del ruido de fondo), los músculos
de la masticación (prosodia), la apertura del párpado, y el acomodo de los
músculos de orientación de la cabeza gesto sociales.
Estos
componentes permiten una implicación y desimplicación fluida en las
relaciones sociales regulando la frecuencia cardiaca, sin movilizar la rama
simpática (hipótesis del “Freno” vagal).
Por
ejemplo durante una conversación podemos hablar rápida y animadamente y pasar en milisegundos a un estado de
apaciguamiento mientras nos toca escuchar, acoplando o “sintonizando”
sutilmente cada una de nuestras respuestas faciales, vocales y de los músculos
del oído interno a la situación.
Este sofisticado mecanismo de “frenado” del sistema de compromiso social, puede acelerar o reducir la tasa cardiaca permitiendo desacelerar y luego movilizar, al tiempo que inhibimos las reacciones defensivas más primitivas.
Este sofisticado mecanismo de “frenado” del sistema de compromiso social, puede acelerar o reducir la tasa cardiaca permitiendo desacelerar y luego movilizar, al tiempo que inhibimos las reacciones defensivas más primitivas.
De
esta manera el sistema de compromiso social promueve estados de tranquilidad, y
flexibilidad adaptativa, facilitando la contención de la activación dentro de
niveles manejables de tolerancia que permiten la expresión de la conducta
socio-emocional desde sus niveles más gruesos hasta los más sutiles.
El
papel de este sistema de implicación contribuye a mantener dentro de límites
manejables la activación simpática, que
se desarticula en condiciones traumáticas.
En la implicación social, utilizamos la vocalización,
escuchamos la entonación de la voz, y usamos la implicación facial, y cuando se
hace. puede modularse la distancia física entre las personas, podemos
acercarnos.
Cuando una persona es expresiva facialmente, tiene
entonación vocal, con ojos entornados o abiertos, a la vez está contrayendo los
músculos del oído medio que facilitan la discriminación de la voz humana a
partir de los sonidos de fondo.
Sin la
influencia del “freno vagal”, los otros sistemas (simpático y dorso-vagal) se
mantienen elevadamente activados contribuyendo a una mayor vulnerabilidad y
desgaste.
Cuando nacemos, no somos capaces de cuidar de nosotros
mismos, la expresividad facial, el
llanto, las vocalizaciones, los movimientos de succión, todos estos tipos de
comportamientos del rostro proporcionan señales conmovedoras, formando parte
del repertorio de comportamiento de los mamíferos para mantener su estado
regulatorio.
Sin la modulación que suponen los “frenos” que proporciona
el sistema de conexión social, el sistema nervioso simpático o el sistema vagal
dorsal permanecen altamente activados, provocando que la activación fisiológica
exceda el margen de tolerancia.
EXPRESIÓN FACIAL, ESCUCHA Y HABLA.
Los mamíferos calmamos nuestros estados de alerta a través
de la interacción social, necesitamos de oportunidades de interaccionar
recíprocamente para regular los estados fisiológicos. Creamos
relaciones para sentirnos seguros y mantener la regulación de nuestra energía.
Hay un área del cerebro que recoge los movimientos y las
intenciones. Esta zona detecta las caras conocidas, las voces y movimientos
familiares. Así, los gestos con las manos, las expresiones faciales y las
vocalizaciones que parecen "seguras" apagarán el tronco encefálico y
las áreas límbicas que incluyen las respuestas de lucha, huida y paralización.
LA CARA. "Todo
es acerca de estar seguros".
Para los humanos todo se basa en la interacción cara a cara. Existe una
estrategia de nuestro sistema nervioso cuando se encuentra en una interacción
cara a cara y existe otra cuando se halla en un ambiente que no proporciona
ninguna experiencia táctil.
La sensación de sentirse a salvo, de sentirse bien cara a cara, es la
forma en la que los seres humanos hemos evolucionado biológicamente.
La cara es la manifestación de un sistema complejo que se conecta con
nuestras vísceras. Desde
el nacimiento, los neonatos establecen el contacto visual y «esperan» dicho
contacto visual, es una interacción recíproca. Una parte de nuestro
sistema nervioso está centrado en responder a otras personas.
Las interacciones sociales son un componente fundamental de nuestra experiencia psicológica como seres humanos. Forma parte de ser humano el ser dependiente de otro ser humano.
Las interacciones sociales son un componente fundamental de nuestra experiencia psicológica como seres humanos. Forma parte de ser humano el ser dependiente de otro ser humano.
El sistema de participación social, es lo que determina la
calidad de esas interacciones, las características que mostramos a los demás, la
expresión facial, la entonación de nuestra voz, los movimientos de cabeza.
La regulación de los músculos faciales proporciona una
manera de reducir la distancia psicológica ante el riesgo inherente de la
cercanía, permitiendo a las personas tocarse unos a otros. Estos
comportamientos sociales preceden al desarrollo de los lazos sociales.
Las conductas sociales ofrecen una opción para testear las
interacciones en un "espacio psicológico" con muy bajo riesgo, antes
de la prueba "física" de proximidad. Así se activa el nervio vago mielinizado
que nos calma y apaga nuestra respuesta al estrés. Es auto-sedante y
tranquilizante, y nos hace mucho más eficientes metabólicamente. La conexión entre los nervios que
regulan la cara y los que regulan el corazón y los pulmones implica que podemos
usar los músculos faciales para tranquilizarnos. Cuando uno está estresado o ansioso, usamos
nuestros músculos faciales, incluyendo los oídos. Comemos o bebemos, escuchamos
música y hablamos con la gente para calmarnos.
ESCUCHAR
El oído medio es una máquina que cambia las propiedades acústicas de
lo que percibe nuestro oído. La estructura del oído medio puede
regular la forma en que los sonidos llegan a la membrana del tímpano para
transmitirlos al oído interno. Eso significa escuchar, la escucha cambia
las características de los estímulos acústicos, los filtra, los cambia conforme
llegan al oído interno. Los músculos del oído medio son como
cintas, cuando se tensan entran las frecuencias altas, y cuando están relajados
entran las frecuencias bajas.
¿Qué pasa cuando hay
estrés? Entran las frecuencias bajas y
se atenúan las frecuencias altas. Las frecuencias bajas
de menos de 200 o 300 hertzios se atenúan hasta en 20 decibeles, esto sería
como ponerte las manos sobre las orejas; las frecuencias bajas son las que
nuestro cuerpo evalúa para responder a los depredadores. Son frecuencias que se
transmiten mediante los huesos, por la vibración, son las frecuencias a las que
responden los reptiles.
Pagamos un precio disminuyendo nuestra capacidad de oír
sonidos de baja frecuencia, sonido que se asocian con los depredadores. Así las personas con TEPT y autismo tienen
una ventaja en la detección de depredadores, pueden escuchar sonidos de baja
frecuencia aunque no entiendan lo que les dices.
Desde una perspectiva cognitiva, reubicamos la atención,
cambiamos el estado fisiológico, de modo que somos capaces de escuchar sonidos
de baja frecuencia, a costa de tener dificultades para entender la voz humana,
cuando hay una situación potencialmente peligrosa.
Si reducimos la hipersensibilidad auditiva, hay mayor afecto
facial. El tímpano, es como un timbal,
si lo tensa pasan más agudos y lo afloja los tonos son más bajos. Cuando oímos los tonos más bajos estamos
preparados para escuchar depredadores, pero hay dificultad para escuchar voz
humana.
Si escuchamos una voz caracterizada por un alto grado de
modulación tonal, nuestro sistema nervioso comienza a desencadenar
funcionalmente un estado asociado a la seguridad.
HABLA- PROSODIA Y VOCALIZACIÓN
Nuestro sistema nervioso está evaluando a un nivel
inconsciente. Si se nos habla con una entonación calmante (aspectos prosódicos
de la voz) o si mostramos expresiones faciales calmantes, esta información va
al nervio vago. En los mamíferos, mucho antes de tener
sintaxis o lenguaje, había vocalizaciones y estas son importantes componentes
de las interacciones sociales. Las vocalizaciones transmiten a los
miembros de la especie si podemos sentirnos seguros cerca de ese individuo.
Las bandas de
frecuencias de la prosodia desencadenan un circuito neural que permite a un
ser humano sentirse más seguro. Si nos sentimos seguros, tenemos acceso a la
regulación neural de los m. faciales, y tenemos la oportunidad de jugar.
El juego cara a cara, es implicación social,
modulando reacciones defensivas. Es un
ejercicio neural para la implicación social, para regular conductas de
lucha/huida. Jugar es un modelo
funcional terapéutico de ejercitar la regulación neural de la cara, también el
canto, escuchar música.
EMOCIONES.
Las emociones surgen de sentimientos en nuestros órganos y
entrañas. Son enviados a través del nervio vago al cerebro, a la Corteza Anterior Insular. La Corteza
capta los sentimientos y los almacena como instantáneas de sentimientos. Esta
es nuestra memoria emocional. Estos sentimientos integrados, son
moldeados mediante el intercambio social y nos permite dar una respuesta
emocional al mundo que nos rodea, así como una estrategia que conduzca a la
seguridad.
Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo preocupándonos por
la seguridad.
Ejemplo: Me estoy relajando en una silla en la playa.
Me siento seguro. De repente, una pelota de playa me golpea. Mi instinto de
lucha o huida la patea y el sistema nervioso simpático hace que se detenga todo
lo que está pasando en mis vísceras (por ejemplo, la digestión). El intestino
transmite la sensación de parón como una "alarma" al cerebro. Esto se traduce en el cerebro en miedo y mi
cuerpo se pone en movimiento. Me doy la vuelta, rápidamente y veo que es una
pelota y que un niño está sonriéndome. Mi estrategia de compromiso social pone freno a mi respuesta de agresión
(lucha/huida) y también calma mi corazón. Sonrío al niño. Esto envía una sensación de alivio a mis
vísceras y éstas, a su vez, envían una sensación "cálida" al cerebro.
Mi corazón todavía late con fuerza por la sorpresa, pero mi respuesta es guiada
por la compasión. Nos estamos ajustando
constantemente para poder enfrentarnos al mundo..
LA
ACTIVACIÓN DEL S.N. SIMPÁTICO
Evolutivamente
es más primitiva y menos flexible, elevando de manera indiscriminada la
activación y movilizando mecanismos de sobrevivencia en respuesta a desafíos y amenazas.
Aumenta
la activación hasta los límites de la ventana de tolerancia.
La
amígdala, da la “alarma de advertencia” y el simpático es activado por el
hipotálamo produciendo la liberación de una cascada neuroquímica que eleva la
activación.
Estas
reacciones de “emergencia” movilizan de manera anticipada energía previniendo
un proceso de alto consumo energético:
- Respiración acelerada y profunda en respuesta a
una mayor demanda de oxígeno,
- Aumento de flujo sanguíneo a los músculos;
- Disminución de flujo sanguíneo a la corteza,
aumento de vigilancia hacia el ambiente
- Supresión de todos los sistemas que no
contribuyan a la defensa del organismo.
Con
la ejecución de las respuestas de pelear/huir, la hiperactivación eleva las
probabilidades de sobrevivencia.
El
sistema límbico se " engancha " al sistema nervioso simpático (igual
que al eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal), para activar los sistemas de defensa, que
incluye el sistema de movilización de lucha o huida y el sistema de
inmovilización.
3- INMOVILIZACIÓN- CONGELACIÓN.
La rama dorsal del nervio vago, el vago
poco mielinizado se origina también en el tallo cerebral (en el núcleo motor
dorsal del vago) y es la parte más primitiva de estos sistemas.
La
rama dorso-vagal facilita la inmovilización asociada con la sobrevivencia, como
fingir la muerte, la desconexión conductual, el sincope y a un nivel más
cognitivo el “distanciamiento psicológico” o disociación.
La
elevación del tono dorso-vagal está asociado con la conservación de energía, y así
pueden disminuir determinadas funciones corporales: la tasa cardiaca y la
respiración, sensación de “adormecimiento”, “encerrándose en la mente” y
provocando una separación del si-mismo.
La
activación dorso-vagal en su extremo puede producir desmayo, vomito, o pérdida
de control del esfínter rectal.
En un
episodio traumático la jerarquía de respuestas, garantiza algunas ventajas para
sobrevivir, ya que está sólidamente “cableada”, es instintiva y cuenta con
opciones empotradas.
La cuestión es que las conductas de inmovilización que
promueve la vía más antigua no suelen resultar adaptativas, ya que resulta
difícil reorganizarse para emitir conductas adaptativas de nuevo.
Esta respuesta de inmovilización depende no solo de
estímulos externos sino también de la capacidad de cada individuo para responder ante una determinada
situación.
La respuesta de congelación y la inmovilización es
potencialmente letal para los mamíferos. La metáfora sería el juego del gato y
el ratón. Es un estado disociativo, en donde el umbral de dolor está al máximo. Esto es parte del TEPT, que puede elevar los
umbrales de dolor, como preparación para la muerte. No es una mala estrategia,
si vas a morir, aumentas tu umbral de dolor y dices adiós.
Hay otro tipo de inmovilización, que es positiva y
agradable, y que es necesaria para disfrutar del sexo.
DISOCIACIÓN
"No me da miedo morirme, tan solo no quiero estar
allí cuando ocurra.”
Cuando el cuerpo no puede escapar, la mente busca como no
estar en la realidad, funcionando como si no hubiese ocurrido, no sintiendo o
‘no estando’.
En la congelación, el organismo entra en un estado de
inmovilidad tónica y ‘muerte fingida’ que implica la disociación como mecanismo
de supervivencia extraordinario.
5. ALTERACIÓN DE LA JERARQUÍA DE
RESPUESTAS- TRAUMA
Dificultad para integrar las respuestas de
inmovilización, daño a nuestra estructura del yo.
Nuestro sistema nervioso evalúa el riesgo y la seguridad del
medio ambiente. Lo hace de forma automática todo el tiempo. Es como un sistema
de radar, constantemente detectando si
estamos a salvo o no.
Cuando el sistema de implicación social funciona, el
individuo modera las defensas y está tranquilo.
En respuesta al peligro, el sistema nervioso simpático toma
el control y apoya la actividad motora y metabólica de lucha/huida y si esto
tampoco resuelve la amenaza, entonces se activan los circuitos vagales más
antiguos y se produce la respuesta de inmovilización.
Hay individuos que se bloquean y quedan paralizados sin
capacidad para responder de forma resolutiva y adaptativa. Son situaciones
traumáticas, en las que el individuo se disocia.
Cuando la estimulación interna está fuera del rango de
tolerancia del cerebro, éste no puede procesar debido a que el exceso de
cortisol inhibe el funcionamiento del hipocampo, que es el área del cerebro
límbico implicado en la simbolización y contextualización de la experiencia.
CREENCIAS DISTORSIONADAS
El trauma hace
“añicos” las creencias nucleares básicas respecto a uno mismo, los demás y el
mundo, y las distorsiones cognitivas postraumáticas resultantes pueden
persistir mucho tiempo después de que los síntomas hayan remitido y los
recuerdos hayan sido procesados.
6. ACCIÓN TERAPÉUTICA
Principios de Intervención
·
ACOMPAÑAR.
RESONANCIA
con la historia contada
por el paciente.
·
Reconocer
los ritmos, Permitiendo que se muevan a un ritmo natural.
·
Ralentizar.
·
ASENTAMIENTO.
Buscar Puntos de Seguridad.
·
Mantener
abierto el camino de vuelta.
El cerebro humano está programado para integrar las
experiencias y curarse a sí mismo, pero requiere de determinados nutrientes del entorno (un
vínculo seguro, apoyador y estimulante, nueva información) y un ambiente que
module y dosifique qué tipo de vivencias está maduro para ir manejando y
digiriendo.
Actuando como un ‘córtex auxiliar externo’ que ayude
a modular y regular la intensidad de la experiencia. Modular que cantidad de
material traumático puede manejar el paciente y ayudar a regular la intensidad
del dolor; no ir demasiado rápido. RALENTIZAR.
El objetivo es que el paciente mantenga la intensidad de su
experiencia dentro de la ‘ventana de tolerancia’ para que sea posible la
integración.
Ayudar a reestablecer los mecanismos que facilitan la
integración de la experiencia, ‘presentificación’ (P. Janet) mantener la
consciencia de que AHORA, en el presente está recordando algo que ya pasó, ‘personificación’: sentirse autores y
presentes en la propia experiencia.
Crear una ‘burbuja curativa’, en la que ayudamos al
sistema del paciente a aflojar las defensas y reacciones de supervivencia hacia
el mundo exterior para que pueda orientarse hacia sí mismo (contacto interno) y
proveemos las circunstancias para que el cerebro se mantenga en un estado de
implicación social.
Ayudar a mantenerse en contacto con su experiencia desde el
Adulto (‘Observador interno’), facilitando la co-construcción de una nueva
narrativa, la reasignación de nuevos significados y la reconsolidación de los
esquemas de memoria implícitos de una manera adaptativa. Desde una perspectiva
neurológica, ayudamos al paciente a ‘estar y observar’ su experiencia, esto
activa el área del córtex prefrontal, donde reside la capacidad de la mente de
observarse a sí misma. Mindfulness (consciencia plena), meta-reflexión sobre la
propia experiencia.
Cuando un árbol
joven es herido crece alrededor de esa herida.
A medida que el
árbol se desarrolla, la herida se vuelve relativamente pequeña
en proporción al
tamaño del árbol.
Los nudos
retorcidos nos hablan de las lesiones que encontró en el pasado y que
superó.
El modo en que el
árbol crece alrededor de su pasado
contribuye a su
individualidad, a su carácter y a su belleza.
EJERCICIOS PRÁCTICOS. Escucha
del cuerpo.
·
ATENCIÓN PLENA. Práctica. 10´-15´
·
EJERCICIO DE RESPIRACIÓN
(estimulación del n. vago).
· inspirar por la nariz, respiración
abdominal (Llevar el aire a la parte más baja de la caja torácica).
· Respirar de forma lenta y profunda,
inspirar contando hasta 4, mantenemos el aire en los pulmones contando hasta 6,
(retención) y al expulsar el aire, lo hacemos contrayendo ligeramente los
labios, (como si estuviésemos echando vaho a unas gafas).
·
ESCUCHAR MÚSICA. Tumbados. 15´
·
Cantar al
unísono. el canto del “OM”
·
SONIDOS. voces cálidas.
·
VISUALIZACIÓN DIRIGIDA. Tumbado
Preste, atención a la respiración y al cuerpo durante una
respiración completa. Luego descanse ahí durante un tiempo hasta que pueda
cabalgar de manera relativamente estable e instante tras instante al ritmo de
las olas de la respiración.
Cuando se haya asentado en el flujo
de la respiración, visualice a alguien que le ame o a quien ame incondicionalmente.
Evoque y entréguese a las cualidades del amor y la bondad
desinteresados que experimente por esa persona y sienta el campo del amor que
les une. Respire con estos sentimientos y déjese bañar por ellos, descansando
en el campo de ese abrazo sincero que le acepta tal cual es.
Advierta que no tiene que hacer nada en especial para ser
digno o merecedor de amor, porque ya es amado y aceptado tal cual es.
Permita que todo su ser se impregne de esos sentimientos,
déjese acunar por ellos y déjese también mecer instante tras instante por el
movimiento rítmico de los latidos de su corazón y por la cadencia oscilante de
su respiración, sostenido y bañado por ese campo amable y bondadoso.
Y, en el caso de que sea incapaz de evocar o invocar la
presencia imaginaria de esa persona, trate de ver si alguien le ama de ese
modo.
Pregúntese luego si puede convertirse en la fuente y el
objeto de esos mismos sentimientos o, dicho en otras palabras, asuma que esos
sentimientos no son de otra persona, sino suyos.
Conecte con el latido rítmico de su corazón y acune en él,
más allá de todo juicio, los sentimientos de amor, bondad y aceptación de sí,
gozando simplemente de la sensación de bondad con la misma actitud con la que
una madre abraza a su hijo, pero con la salvedad de que, en este caso, usted es
simultáneamente la madre y el hijo.
Descanse en esos sentimientos y sumérjase en la aceptación y
valoración amable de sí mismo tal como es. El simple hecho de descansar
naturalmente y sin forzamiento alguno en esos sentimientos constituye un
bálsamo para toda la negatividad, autocrítica y odio hacia uno mismo que yacen
ocultas bajo la superficie de nuestro psiquismo.
Murmure ahora internamente, mientras descansa en ese campo
de bondad, en ese abrazo bondadoso, las siguientes frases o escuche cómo se las
susurra el viento, el aire, la respiración o el mundo:
Pueda sentirme seguro,
protegido y libre de todo daño interno y externo, pueda ser feliz y estar
contento, pueda estar todo lo sano y completo que sea posible, pueda
experimentar fácilmente el despertar…
Cuando haya establecido en torno a usted un campo bondadoso
y relativamente estable y después de haber experimentado durante un tiempo la sensación
de sentirse sostenido, acunado y mecido en su abrazo, puede expandir de forma
voluntaria el campo del corazón del mismo modo en que, durante la práctica de
la atención plena, ha aprendido a expandir el campo de conciencia. En tal caso,
puede ampliar el campo de bondad que rodea su corazón y su ser hasta que ese
abrazo incluya, ya sea de manera individual o colectiva, a otros seres.
Luego evoque, con el ojo de la mente y de su corazón, el
sentimiento o la imagen de una persona emocionalmente cercana y por la que
experimente un gran afecto. ¿Puede mantener a esa persona en su corazón, con la
misma actitud bondadosa que, en el ejercicio anterior, dirigió hacia sí mismo?
- Maniobras vagales”, son procedimientos que permiten estimular el nervio y que practican a personas cuyo ritmo cardiaco es demasiado rápido (taquicardia) o que sufren de hipertensión.
o Presionar fuerte sobre los ojos (compresión de los globos oculares).
o Contraer el abdomen como si se fuera a recibir un golpe en el estómago
· Inspirar profundamente hinchando el vientre. Aguantar la respiración.
· Beber un vaso de agua fría rápidamente. Colocar un paño húmedo y fresco sobre la cara.
· Acostarse sobre una superficie inclinada, con la cabeza hacia abajo (posición de Trendelenburg).
· Presiones sobre la laringe, forzando la voz, contacto con las manos ojos. ( Bob Lewis- Shock cefálico)
BIBLIOGRAFÍA
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FUNCIONAMIENTO EMOCIONAL
- PORGES, S. W. (2012). La teoría
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- EKMAN P. (1972) clasificación
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