jueves, 12 de mayo de 2016

¿Qué ES LA TEORÍA POLIVAGAL?

  1. Introducción. Historia
  2. Evolución filogenética del sistema nervioso. sistemas de defensa
  3. Consideraciones anatómicas y fisiológicas. (Repaso fisiología-anatomía).
-           TONO VAGAL. Medición del nivel de Stress, a través de la tasa cardiaca.
-          NEUROCEPCIÓN
  1. Jerarquía de sistemas de defensa y comunicación.
-          Sistema implicación social. R. ventrovagal
1.      Expresión facial. Cara
2.      Escucha. Oído medio
3.      Habla. Prosodia y vocalización
4.      Freno vagal (frecuencia cardiaca). Dilatación bronquial.
-          Sistema simpático. ACTIVACIÓN. AROUSAL.
-          Sistema de inmovilización. Rama dorso vagal. Congelación- disociación.

  1. Alteración del sistema, en las experiencias traumáticas. RUPTURA.
  2. Ejercicios y posibilidades de intervención. Portales.

1- INTRODUCCIÓN 
Desarrollada por Stephen Porges, la teoría ya tiene 20 años. El término "polivagal" combina "poli", que significa "muchos", y "vagal", que hace referencia  al nervio vago.
N. vago "Vagus", en latín, significa “errante, vagabundo”,  haciendo referencia  a que vaga por el cuerpo, también llamado "el nervio de la compasión", porque al activarse crea "ondas calurosas", que sentimos en nuestro pecho, cuando algo nos conmueve.                                                                       Es un nervio craneal que forma parte del sistema nervioso parasimpático. El significado de ‘simpático’ es "sentimientos",  y ‘parasimpático’, cercano o relativo a los sentimientos.              Ambos sistemas simpático y parasimpático forman parte del sistema nervioso autónomo, y funcionan en forma polar, actuando como acelerador o freno del sistema corporal (metabolismo, acción). Todo de una forma involuntaria (neurocepción) en contraste con el sistema nervioso central, en donde existe la posibilidad de ser regulado por los corteza cerebral (Consciencia) Percepción.
La Teoría Polivagal afirma que el sistema nervioso utiliza una jerarquía de estrategias tanto para regularse a sí mismo como para mantenernos a salvo en frente a amenazas.

HISTORIA
Porges, a partir de un estudio de las complicaciones clínicas del recién nacidos, midiendo la tasa cardíaca observó que el nervio vago podía provocar bradicardia y apnea, llegando a peligrar su vida. Esto no respondía al modelo tradicional del nervio vago y su efecto en el SNA. Entonces revisó la neuroanatomía del nervio vago y redefinió la anatomía y función de los dos sistemas vagales.
La teoría expone que hay dos ramas diferentes del nervio vago que están relacionadas con la forma en que reaccionamos ante una situación que percibimos como segura o insegura.
Estas dos vías vagales provienen de distintas áreas del tronco cerebral y evolucionaron de manera secuencial, creando una jerarquía de respuestas autónomas. La primera de ellas, amielínica, herencia de los reptiles, promueve un comportamiento de inmovilización ante la amenaza.  La otra, mielinizada, promueve respuestas sociales más sofisticadas.

TONO VAGAL:
medida del grado de tolerancia al stress.
El tono del nervio vago es clave para la activación del sistema nervioso parasimpático. El tono vagal se mide mediante el seguimiento del ritmo cardíaco en relación al ritmo respiratorio.                                                                              El  ritmo cardíaco se acelera un poco cuando se Inhala, y se ralentiza un poco cuando se exhala. Cuanto más grande sea la diferencia entre la frecuencia cardíaca en la inhalación-exhalación, mayor será el tono vagal.                                          El tono vagal más alto significa que el cuerpo puede relajarse más rápidamente después del estrés.



2- EVOLUCIÓN  Y  JERARQUÍA DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO (SNA)
  
La teoría polivagal hace hincapié en que el sistema vagal es jerárquico,  hay dos sistemas vagales, uno viejo y uno nuevo.  
En paralelo a la evolución de la corteza cerebral, evoluciona el sistema nervioso autónomo.
La jerarquía se compone de tres circuitos neuronales, en donde un circuito puede sustituir al otro.       Por lo general, ante una situación de amenaza o desconocida, reaccionamos con nuestro sistema más reciente, y si eso no funciona, se prueba con el anterior, y si no, el más antiguo. Comenzamos con nuestros sistemas más modernos, y vamos hacia atrás.
Nuestro s. nervioso está evaluando continuamente el riesgo en el entorno,  estableciendo prioridades adaptativas, de una forma inconsciente.
Neurocepción.  Es distinto de percepción, no requiere conciencia de las cosas que suceden.               Es detección sin conciencia. Es un mecanismo para mover nuestro sistema nervioso en las tres categorías de estado autonómico. Cuando está trabajando  el sistema de implicación social modera las defensas, nos sentimos bien. Sin embargo  los sistemas de defensa tienen prioridad cuando aumenta el riesgo. En respuesta al peligro nuestro s. simpático toma el control y apoya la actividad motora metabólica de lucha/huida.

La Teoría Polivagal, postula tres subsistemas instalados en el cuerpo, que gobiernan nuestras respuestas neurobiológicas a los desafíos y cambios ambientales:
1.      Rama Ventro-vagal. (Sistema de Implicación Social) especifica de los humanos.
2.      El sistema simpático (de Movilización: lucha o huida.)
3.      Rama dorso-vagal. (sistema de Inmovilización).

Cada subsistema corresponde a una de las zonas de activación. (Arousal)
  • Rama Ventro-vagal. Modulación. acciones de activación óptima.
  • El sistema simpático con la acción hiperactivada
  • El sistema dorso-vagal con la acción hipoactivada.




3 FISIOLOGÍA-ANATOMÍA: SNA.

El SNA  nos proporciona un contacto con la realidad, regula nuestro estado corporal, por lo que estamos alertas y participativos. Es desde donde sentimos la información de nuestros órganos. La información del cuerpo viaja a través de los nervios y se irradia hacia nuestra corteza.
Tradicionalmente se describe el SNA como un sistema inervador de vísceras, de pares antagónicos: siendo la rama simpática la que predispone al organismo a una respuesta de lucha o huida ante una amenaza,  respuestas de movilización, activación (arousal), y el sistema parasimpático como inhibidor de esta respuesta, y por tanto con el funcionamiento de recuperación y reposo, o sea calma.
El vago es un nervio craneal (X par) que sale del tallo cerebral, tiene un largo recorrido, siendo sobre todo un nervio sensorial (un 80% de sus fibras envían información visceral al cerebro).  El otro 20% son fibras motoras que hacen que se produzcan cambios fisiológicos, uno de ellos es la inhibición de la frecuencia cardíaca.
La forma más fácil de imaginar las vías nerviosas que pasan por el nervio vago, es pensar en éste como un tubo, con dos ramas principales. La más reciente está mielinizada y está vinculada con los nervios craneales que controlan la expresión facial, la vocalización, y la escucha.
El sistema así, cuenta con dos componentes principales: el componente somato-motor que controla a los músculos del oído medio, los de la cara, los de la faringe, los de la laringe y los de rotación de la cabeza y   el componente visceral que controla los bronquios, el corazón y al timo.




4 Funcionamiento del  SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

1- COMPROMISO SOCIAL.
Nuestra estrategia "más refinada" es un mecanismo al que Porges llama compromiso social.
Es un sistema - que conecta los músculos sociales de la cara (ojos, boca y el oído medio) con el corazón. Este sistema se regula a través de la rama ventro-vagal.
En términos evolutivos, esta es nuestra estrategia más evolucionada (única en los mamíferos) para mantenernos a salvo. La utilizamos para aclarar los malentendidos, obtener ayuda, disculparnos. Permitiendo un amplio grado de flexibilidad en la comunicación y regulando áreas que intervienen en la interacción social, emocional y ambiental.
En contextos que no incluyen desafíos o amenazas, el sistema de compromiso social es regulado por el Sistema Nervioso Central y esto redunda en facilitar la implicación con el ambiente fomentando apegos positivos y vínculos sociales.
El sistema de compromiso social, tiene un componente de control en la corteza que regula los núcleos del tallo cerebral que a su vez controlan los músculos faciales (expresión emocional), los músculos del oído medio (discriminación de la voz humana del ruido de fondo), los músculos de la masticación (prosodia), la apertura del párpado, y el acomodo de los músculos de orientación de la cabeza gesto   sociales.
Estos componentes permiten una implicación y desimplicación fluida en las relaciones sociales regulando la frecuencia cardiaca, sin movilizar la rama simpática (hipótesis del “Freno” vagal).
Por ejemplo durante una conversación podemos hablar rápida y animadamente y  pasar en milisegundos a un estado de apaciguamiento mientras nos toca escuchar, acoplando o “sintonizando” sutilmente cada una de nuestras respuestas faciales, vocales y de los músculos del oído interno a la situación.                           
Este sofisticado mecanismo de “frenado” del sistema de compromiso social, puede acelerar o reducir la tasa cardiaca permitiendo desacelerar y luego movilizar, al tiempo que inhibimos las reacciones defensivas más primitivas.
De esta manera el sistema de compromiso social promueve estados de tranquilidad, y flexibilidad adaptativa, facilitando la contención de la activación dentro de niveles manejables de tolerancia que permiten la expresión de la conducta socio-emocional desde sus niveles más gruesos hasta los más sutiles.
El papel de este sistema de implicación contribuye a mantener dentro de límites manejables la activación simpática,  que se desarticula en condiciones traumáticas.
En la implicación social, utilizamos la vocalización, escuchamos la entonación de la voz, y usamos la implicación facial, y cuando se hace. puede modularse la distancia física entre las personas, podemos acercarnos.
Cuando una persona es expresiva facialmente, tiene entonación vocal, con ojos entornados o abiertos, a la vez está contrayendo los músculos del oído medio que facilitan la discriminación de la voz humana a partir de los sonidos de fondo.  
Sin la influencia del “freno vagal”, los otros sistemas (simpático y dorso-vagal) se mantienen elevadamente activados contribuyendo a una mayor vulnerabilidad y desgaste.
Cuando nacemos, no somos capaces de cuidar de nosotros mismos,  la expresividad facial, el llanto, las vocalizaciones, los movimientos de succión, todos estos tipos de comportamientos del rostro proporcionan señales conmovedoras, formando parte del repertorio de comportamiento de los mamíferos para mantener su estado regulatorio.
Sin la modulación que suponen los “frenos” que proporciona el sistema de conexión social, el sistema nervioso simpático o el sistema vagal dorsal permanecen altamente activados, provocando que la activación fisiológica exceda el margen de tolerancia.





EXPRESIÓN FACIAL, ESCUCHA Y HABLA.
Los mamíferos calmamos nuestros estados de alerta a través de la interacción social, necesitamos de oportunidades de interaccionar recíprocamente para regular los estados fisiológicos.                             Creamos relaciones para sentirnos seguros y mantener la regulación de nuestra energía.
Hay un área del cerebro que recoge los movimientos y las intenciones. Esta zona detecta las caras conocidas, las voces y movimientos familiares. Así, los gestos con las manos, las expresiones faciales y las vocalizaciones que parecen "seguras" apagarán el tronco encefálico y las áreas límbicas que incluyen las respuestas de lucha, huida y paralización.


CLASIFICACIÓN DE LAS EMOCIONES, POR LA EXPRESIÓN FACIAL. (PAUL EKMAN)

LA CARA. "Todo es acerca de estar seguros".
Para los humanos todo se basa en la interacción cara a cara. Existe una estrategia de nuestro sistema nervioso cuando se encuentra en una interacción cara a cara y existe otra cuando se halla en un ambiente que no proporciona ninguna experiencia táctil.
La sensación de sentirse a salvo, de sentirse bien cara a cara, es la forma en la que los seres humanos hemos evolucionado biológicamente.
La cara es la manifestación de un sistema complejo que se conecta con nuestras vísceras.                      Desde el nacimiento, los neonatos establecen el contacto visual y «esperan» dicho contacto visual, es una interacción recíproca. Una parte de nuestro sistema nervioso está centrado en responder a otras personas.                                         
Las interacciones sociales son un componente fundamental de nuestra experiencia psicológica como seres humanos. Forma parte de ser humano el ser dependiente de otro ser humano.
El sistema de participación social, es lo que determina la calidad de esas interacciones, las características que mostramos a los demás, la expresión facial, la entonación de nuestra voz, los movimientos de cabeza.
La regulación de los músculos faciales proporciona una manera de reducir la distancia psicológica ante el riesgo inherente de la cercanía, permitiendo a las personas tocarse unos a otros.                         Estos comportamientos sociales preceden al desarrollo de los lazos sociales.
Las conductas sociales ofrecen una opción para testear las interacciones en un "espacio psicológico" con muy bajo riesgo, antes de la prueba "física" de proximidad.                                                                  Así se activa el nervio vago mielinizado que nos calma y apaga nuestra respuesta al estrés. Es auto-sedante y tranquilizante, y nos hace mucho más eficientes metabólicamente.                                 La conexión entre los nervios que regulan la cara y los que regulan el corazón y los pulmones implica que podemos usar los músculos faciales para tranquilizarnos.  Cuando uno está estresado o ansioso, usamos nuestros músculos faciales, incluyendo los oídos. Comemos o bebemos, escuchamos música y hablamos con la gente para calmarnos.

ESCUCHAR
El oído medio es una máquina que cambia las propiedades acústicas de lo que percibe nuestro oído.   La estructura del oído medio puede regular la forma en que los sonidos llegan a la membrana del tímpano para transmitirlos al oído interno.                                                                                               Eso significa escuchar, la escucha cambia las características de los estímulos acústicos, los filtra, los cambia conforme llegan al oído interno.                                                                                                   Los músculos del oído medio son como cintas, cuando se tensan entran las frecuencias altas, y cuando están relajados entran las frecuencias bajas.
 ¿Qué pasa cuando hay estrés?  Entran las frecuencias bajas y se atenúan las frecuencias altas.              Las frecuencias bajas de menos de 200 o 300 hertzios se atenúan hasta en 20 decibeles, esto sería como ponerte las manos sobre las orejas; las frecuencias bajas son las que nuestro cuerpo evalúa para responder a los depredadores. Son frecuencias que se transmiten mediante los huesos, por la vibración, son las frecuencias a las que responden los reptiles.
Pagamos un precio disminuyendo nuestra capacidad de oír sonidos de baja frecuencia, sonido que se asocian con los depredadores.  Así las personas con TEPT y autismo tienen una ventaja en la detección de depredadores, pueden escuchar sonidos de baja frecuencia aunque no entiendan lo que les dices.
Desde una perspectiva cognitiva, reubicamos la atención, cambiamos el estado fisiológico, de modo que somos capaces de escuchar sonidos de baja frecuencia, a costa de tener dificultades para entender la voz humana, cuando hay una situación potencialmente peligrosa.
Si reducimos la hipersensibilidad auditiva, hay mayor afecto facial.  El tímpano, es como un timbal, si lo tensa pasan más agudos y lo afloja los tonos son más bajos.  Cuando oímos los tonos más bajos estamos preparados para escuchar depredadores, pero hay dificultad para escuchar voz humana.
Si escuchamos una voz caracterizada por un alto grado de modulación tonal, nuestro sistema nervioso comienza a desencadenar funcionalmente un estado asociado a la seguridad.

HABLA- PROSODIA Y VOCALIZACIÓN
Nuestro sistema nervioso está evaluando a un nivel inconsciente. Si se nos habla con una entonación calmante (aspectos prosódicos de la voz) o si mostramos expresiones faciales calmantes, esta información va al nervio vago.                                                                                                                   En los mamíferos, mucho antes de tener sintaxis o lenguaje, había vocalizaciones y estas son importantes componentes de las interacciones sociales.                                                                           Las vocalizaciones transmiten a los miembros de la especie si podemos sentirnos seguros cerca de ese individuo.
 Las bandas de frecuencias de la prosodia desencadenan un circuito neural que permite a un ser humano sentirse más seguro. Si nos sentimos seguros, tenemos acceso a la regulación neural de los m. faciales, y tenemos la oportunidad de jugar.
El juego cara a cara, es implicación social, modulando reacciones defensivas.  Es un ejercicio neural para la implicación social, para regular conductas de lucha/huida.  Jugar es un modelo funcional terapéutico de ejercitar la regulación neural de la cara, también el canto, escuchar música.

EMOCIONES.
Las emociones surgen de sentimientos en nuestros órganos y entrañas. Son enviados a través del nervio vago al cerebro,  a la Corteza Anterior Insular. La Corteza capta los sentimientos y los almacena como instantáneas de sentimientos. Esta es nuestra memoria emocional.                                 Estos sentimientos integrados, son moldeados mediante el intercambio social y nos permite dar una respuesta emocional al mundo que nos rodea, así como una estrategia que conduzca a la seguridad.
Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo preocupándonos por la seguridad.

Ejemplo: Me estoy relajando en una silla en la playa. Me siento seguro. De repente, una pelota de playa me golpea. Mi instinto de lucha o huida la patea y el sistema nervioso simpático hace que se detenga todo lo que está pasando en mis vísceras (por ejemplo, la digestión). El intestino transmite la sensación de parón como una "alarma" al cerebro.  Esto se traduce en el cerebro en miedo y mi cuerpo se pone en movimiento. Me doy la vuelta, rápidamente y veo que es una pelota y que un niño está sonriéndome. Mi estrategia de compromiso social pone freno a mi respuesta de agresión (lucha/huida) y también calma mi corazón. Sonrío al niño.  Esto envía una sensación de alivio a mis vísceras y éstas, a su vez, envían una sensación "cálida" al cerebro. Mi corazón todavía late con fuerza por la sorpresa, pero mi respuesta es guiada por la compasión.  Nos estamos ajustando constantemente para poder enfrentarnos al mundo..

 LA ACTIVACIÓN DEL S.N. SIMPÁTICO
Evolutivamente es más primitiva y menos flexible, elevando de manera indiscriminada la activación y movilizando mecanismos de sobrevivencia en respuesta a desafíos y amenazas.
Aumenta la activación hasta los límites de la ventana de tolerancia.
La amígdala, da la “alarma de advertencia” y el simpático es activado por el hipotálamo produciendo la liberación de una cascada neuroquímica que eleva la activación.
Estas reacciones de “emergencia” movilizan de manera anticipada energía previniendo un proceso de alto consumo energético:
  • Respiración acelerada y profunda en respuesta a una mayor demanda de oxígeno,
  • Aumento de flujo sanguíneo a los músculos;
  • Disminución de flujo sanguíneo a la corteza, aumento de vigilancia hacia el ambiente
  • Supresión de todos los sistemas que no contribuyan a la defensa del organismo.
Con la ejecución de las respuestas de pelear/huir, la hiperactivación eleva las probabilidades de sobrevivencia.
El sistema límbico se " engancha " al sistema nervioso simpático (igual que al  eje hipotálamo-hipófisis-adrenal), para activar los sistemas de defensa, que incluye el sistema de movilización de lucha o huida y el sistema de inmovilización.


3- INMOVILIZACIÓN- CONGELACIÓN.
 La rama dorsal del nervio vago, el vago poco mielinizado se origina también en el tallo cerebral (en el núcleo motor dorsal del vago) y es la parte más primitiva de estos sistemas.
La rama dorso-vagal facilita la inmovilización asociada con la sobrevivencia, como fingir la muerte, la desconexión conductual, el sincope y a un nivel más cognitivo el “distanciamiento psicológico” o disociación.
La elevación del tono dorso-vagal está asociado con la conservación de energía, y así pueden disminuir determinadas funciones corporales: la tasa cardiaca y la respiración, sensación de “adormecimiento”, “encerrándose en la mente” y provocando una separación del si-mismo.
La activación dorso-vagal en su extremo puede producir desmayo, vomito, o pérdida de control del esfínter rectal.
En un episodio traumático la jerarquía de respuestas, garantiza algunas ventajas para sobrevivir, ya que está sólidamente “cableada”, es instintiva y cuenta con opciones empotradas.
La cuestión es que las conductas de inmovilización que promueve la vía más antigua no suelen resultar adaptativas, ya que resulta difícil reorganizarse para emitir conductas adaptativas de nuevo.
Esta respuesta de inmovilización depende no solo de estímulos externos sino también de la capacidad de cada  individuo para responder ante una determinada situación.
La respuesta de congelación y la inmovilización es potencialmente letal para los mamíferos.               La metáfora sería el juego del gato y el ratón. Es un estado disociativo, en donde el umbral de dolor está al máximo.  Esto es parte del TEPT, que puede elevar los umbrales de dolor, como preparación para la muerte. No es una mala estrategia, si vas a morir, aumentas tu umbral de dolor y dices adiós.
Hay otro tipo de inmovilización, que es positiva y agradable, y que es necesaria para disfrutar del sexo.

DISOCIACIÓN
"No me da miedo morirme, tan solo no quiero estar allí cuando ocurra.”
Cuando el cuerpo no puede escapar, la mente busca como no estar en la realidad, funcionando como si no hubiese ocurrido, no sintiendo o ‘no estando’.
En la congelación, el organismo entra en un estado de inmovilidad tónica y ‘muerte fingida’ que implica la disociación como mecanismo de supervivencia extraordinario.

5. ALTERACIÓN DE LA JERARQUÍA DE RESPUESTAS- TRAUMA

Dificultad para integrar las respuestas de inmovilización, daño a nuestra estructura del yo.
Nuestro sistema nervioso evalúa el riesgo y la seguridad del medio ambiente. Lo hace de forma automática todo el tiempo. Es como un sistema de radar, constantemente detectando si  estamos a salvo o no.
Cuando el sistema de implicación social funciona, el individuo modera las defensas y está tranquilo.
En respuesta al peligro, el sistema nervioso simpático toma el control y apoya la actividad motora y metabólica de lucha/huida y si esto tampoco resuelve la amenaza, entonces se activan los circuitos vagales más antiguos y se produce la respuesta de inmovilización.
Hay individuos que se bloquean y quedan paralizados sin capacidad para responder de forma resolutiva y adaptativa. Son situaciones traumáticas, en las que el individuo se disocia.
Cuando la estimulación interna está fuera del rango de tolerancia del cerebro, éste no puede procesar debido a que el exceso de cortisol inhibe el funcionamiento del hipocampo, que es el área del cerebro límbico implicado en la simbolización y contextualización de la experiencia.

CREENCIAS DISTORSIONADAS
    El trauma hace “añicos” las creencias nucleares básicas respecto a uno mismo, los demás y el mundo, y las distorsiones cognitivas postraumáticas resultantes pueden persistir mucho tiempo después de que los síntomas hayan remitido y los recuerdos hayan sido procesados.

6. ACCIÓN TERAPÉUTICA

Principios de Intervención
·         ACOMPAÑAR. RESONANCIA  con la historia contada por el paciente.
·         Reconocer los ritmos, Permitiendo que se muevan a un ritmo natural.
·         Ralentizar.
·         ASENTAMIENTO. Buscar Puntos de Seguridad.
·         Mantener abierto el camino de vuelta.

El cerebro humano está programado para integrar las experiencias y curarse a sí mismo, pero requiere  de determinados nutrientes del entorno (un vínculo seguro, apoyador y estimulante, nueva información) y un ambiente que module y dosifique qué tipo de vivencias está maduro para ir manejando y digiriendo.
Actuando como un ‘córtex auxiliar externo’ que ayude a modular y regular la intensidad de la experiencia. Modular que cantidad de material traumático puede manejar el paciente y ayudar a regular la intensidad del dolor; no ir demasiado rápido. RALENTIZAR.
El objetivo es que el paciente mantenga la intensidad de su experiencia dentro de la ‘ventana de tolerancia’ para que sea posible la integración.
Ayudar a reestablecer los mecanismos que facilitan la integración de la experiencia, ‘presentificación’ (P. Janet) mantener la consciencia de que AHORA, en el presente está recordando algo que ya pasó,  ‘personificación’: sentirse autores y presentes en la propia experiencia.
Crear una ‘burbuja curativa’, en la que ayudamos al sistema del paciente a aflojar las defensas y reacciones de supervivencia hacia el mundo exterior para que pueda orientarse hacia sí mismo (contacto interno) y proveemos las circunstancias para que el cerebro se mantenga en un estado de implicación social.
Ayudar a mantenerse en contacto con su experiencia desde el Adulto (‘Observador interno’), facilitando la co-construcción de una nueva narrativa, la reasignación de nuevos significados y la reconsolidación de los esquemas de memoria implícitos de una manera adaptativa. Desde una perspectiva neurológica, ayudamos al paciente a ‘estar y observar’ su experiencia, esto activa el área del córtex prefrontal, donde reside la capacidad de la mente de observarse a sí misma. Mindfulness (consciencia plena), meta-reflexión sobre la propia experiencia.

Cuando un árbol joven es herido crece alrededor de esa herida.
A medida que el árbol se desarrolla, la herida se vuelve relativamente pequeña
en proporción al tamaño del árbol.
Los nudos retorcidos nos hablan de las lesiones que encontró en el pasado y que superó.
El modo en que el árbol crece alrededor de su pasado
contribuye a su individualidad, a su carácter y a su belleza.


EJERCICIOS PRÁCTICOS.   Escucha del cuerpo.
·         ATENCIÓN PLENA. Práctica. 10´-15´
·         EJERCICIO DE RESPIRACIÓN  (estimulación del n. vago).
·   inspirar por la nariz, respiración abdominal (Llevar el aire a la parte más baja de la caja torácica).
·   Respirar de forma lenta y profunda, inspirar contando hasta 4, mantenemos el aire en los pulmones contando hasta 6, (retención) y al expulsar el aire, lo hacemos contrayendo ligeramente los labios, (como si estuviésemos echando vaho a unas gafas).

·         ESCUCHAR MÚSICA. Tumbados. 15´
·         Cantar al unísono.  el canto del “OM”
·         SONIDOS.  voces cálidas.
·         VISUALIZACIÓN DIRIGIDA. Tumbado

Meditación - Bondad Amorosa. J. Kabat-Zinn
Preste, atención a la respiración y al cuerpo durante una respiración completa. Luego descanse ahí durante un tiempo hasta que pueda cabalgar de manera relativamente estable e instante tras instante al ritmo de las olas de la respiración.
Cuando se haya asentado en el flujo de la respiración, visualice a alguien que le ame o a quien ame  incondicionalmente.
Evoque y entréguese a las cualidades del amor y la bondad desinteresados que experimente por esa persona y sienta el campo del amor que les une. Respire con estos sentimientos y déjese bañar por ellos, descansando en el campo de ese abrazo sincero que le acepta tal cual es.
Advierta que no tiene que hacer nada en especial para ser digno o merecedor de amor, porque ya es amado y aceptado tal cual es.
Permita que todo su ser se impregne de esos sentimientos, déjese acunar por ellos y déjese también mecer instante tras instante por el movimiento rítmico de los latidos de su corazón y por la cadencia oscilante de su respiración, sostenido y bañado por ese campo amable y bondadoso.
Y, en el caso de que sea incapaz de evocar o invocar la presencia imaginaria de esa persona, trate de ver si alguien le ama de ese modo.
Pregúntese luego si puede convertirse en la fuente y el objeto de esos mismos sentimientos o, dicho en otras palabras, asuma que esos sentimientos no son de otra persona, sino suyos.
Conecte con el latido rítmico de su corazón y acune en él, más allá de todo juicio, los sentimientos de amor, bondad y aceptación de sí, gozando simplemente de la sensación de bondad con la misma actitud con la que una madre abraza a su hijo, pero con la salvedad de que, en este caso, usted es simultáneamente la madre y el hijo.
Descanse en esos sentimientos y sumérjase en la aceptación y valoración amable de sí mismo tal como es. El simple hecho de descansar naturalmente y sin forzamiento alguno en esos sentimientos constituye un bálsamo para toda la negatividad, autocrítica y odio hacia uno mismo que yacen ocultas bajo la superficie de nuestro psiquismo.
Murmure ahora internamente, mientras descansa en ese campo de bondad, en ese abrazo bondadoso, las siguientes frases o escuche cómo se las susurra el viento, el aire, la respiración o el mundo:
Pueda sentirme seguro, protegido y libre de todo daño interno y externo, pueda ser feliz y estar contento, pueda estar todo lo sano y completo que sea posible, pueda experimentar fácilmente el despertar…
Cuando haya establecido en torno a usted un campo bondadoso y relativamente estable y después de haber experimentado durante un tiempo la sensación de sentirse sostenido, acunado y mecido en su abrazo, puede expandir de forma voluntaria el campo del corazón del mismo modo en que, durante la práctica de la atención plena, ha aprendido a expandir el campo de conciencia. En tal caso, puede ampliar el campo de bondad que rodea su corazón y su ser hasta que ese abrazo incluya, ya sea de manera individual o colectiva, a otros seres.
Luego evoque, con el ojo de la mente y de su corazón, el sentimiento o la imagen de una persona emocionalmente cercana y por la que experimente un gran afecto. ¿Puede mantener a esa persona en su corazón, con la misma actitud bondadosa que, en el ejercicio anterior, dirigió hacia sí mismo?

  • Maniobras vagales”, son procedimientos que permiten estimular el nervio y que practican a personas cuyo ritmo cardiaco es demasiado rápido (taquicardia) o que sufren de hipertensión.
o   Presionar fuerte sobre los ojos (compresión de los globos oculares).
o   Contraer el abdomen como si se fuera a recibir un golpe en el estómago
·         Inspirar profundamente hinchando el vientre.  Aguantar la respiración.
·         Beber un vaso de agua fría rápidamente. Colocar un paño húmedo y fresco sobre la cara.
·         Acostarse sobre una superficie inclinada, con la cabeza hacia abajo (posición de Trendelenburg).


·         Presiones sobre la laringe, forzando la voz, contacto con las manos ojos.                                      ( Bob Lewis- Shock cefálico)




BIBLIOGRAFÍA
- PORGES, S. W.(1992) El tono vagal: Un indicador fisiológico de la vulnerabilidad al estrés.
- PORGES, S. W. (2001). La teoría Polivagal y su papel en el tratamiento de los desórdenes de atención, regulación afectiva, comunicación social y agresión. Entendiendo los mecanismos del estrés postraumático.
- PORGES. S. W. (2011).  BASES FISIOLÓGICAS Y NEURALES DEL FUNCIONAMIENTO EMOCIONAL
- PORGES, S. W. (2012). La teoría Polivagal para el tratamiento del trauma
- EKMAN P. (1972) clasificación de las emociones.
- SALVADOR M. (2013). La sabiduría del cerebro profundo